ENDEMICIDAD | ||
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Canarias | Género | No |
Especie | No | |
Subespecie | - | |
Macaronesia | Género | No |
Especie | No | |
Subespecie | - |
Arbusto grande, de tallos leñosos ramificado desde la base. Hojas grandes, ovaladas, pubescentes, pegajosas. Inflorescencias dispuestas al final de las ramas, grandes, amplias, ramificadas, escorpioides. Corola violácea, con tubo corto y cinco lóbulos con los estambres apenas exertos. Fruto en cápsula.
Introducido Seguro Potencialmente Invasor (ISP)
Méjico, Centroamérica (El Salvador, Honduras, Guatemala y Panamá), Colombia, Ecuador, Perú, Costa Rica y Venezuela.
Cultivada en zonas templadas y subtropicales del mundo. Naturalizada o invasora en Australia, Nueva Zelanda, Hawai, Portugal, África (Zimbawe) y Canarias.
Naturalizada en Tenerife.
Se cita como naturalizada en Tenerife
Es una especie que se puede desarrollar con facilidad en climas cálidos o mediterráneos subtropicales, pudiendo vivir también en ambientes templados sin grandes oscilaciones térmicas. Requiere una buena exposición solar y suelos sueltos y drenados.
Arbusto que alcanza los 5 m con facilidad y con desarrollo tapizante por sus ramas bajas que llegan a enraizar.
A los 2-3 años desde su germinación.
Sexual por semillas y vegetativa por tallos adventicios.
Del orden de cientos o miles dependiendo del tamaño del ejemplar.
Soporta heladas débiles (-3ºC). No tolera los vientos por lo que requiere una exposición abrigada. No soporta la sombra intensa, ni el encharcamiento del suelo. En su área de origen se le asigna carácter de planta pionera.
En general la expansión de la especie se debe a su cultivo, no obstante también se propaga por medios propios en ambientes antrópicos y puntualmente en hábitas naturales o seminaturales donde ha sido plantada.
En Tenerife la especie se ha desarrollado de forma muy localizada en acantilados y escarpes de la zona basal en la costa norte de la isla. En este caso, su propagación y asentamiento ha provocado puntualmente la alteración de la estructura de la vegetación rupícola y la abundancia relativa de especies nativas o endémicas naturales de su entorno.
Establece una fuerte competencia debido a su porte y a la capacidad tapizante de sus ramas, lo que impide o dificulta el establecimiento de las especies nativas o endémicas características de estas áreas.
Sobre hábitats afectados Impiden o dificultan el reclutamiento o la regeneración de especies endémicas o nativas y Competencia, reducción o alteración por el espacio o los recursos.
En las áreas de origen de la planta, tiene usos como planta medicinal, empleándose contra afecciones sifilíticas, reumatismo e insomnio, de forma popular. Se han señalados componentes alergénicos de contacto en los tricomas de sus hojas que producen dermatitis en algunas personas. En Canarias, su uso es exclusivamente ornamental, por lo no parece que se puedan generar impactos negativos por su control o erradicación en el interior de áreas de protegidas o de especial consideración para la conservación.
En la isla de Canarias durante el siglo XX
En la isla de Tenerife en el área de Horticultura y jardinería con una introducción vía Escape.
Ojeda Land, E. y Mesa Coello, R., 2008. Wigandia caracasana Humb., Bompl. & Kunth. En: Ojeda Land, E. y Rodríguez Luengo, J. L. (Eds.), 2022. Compendio de fichas de la Base de especies introducidas en Canarias (2008-2011). Viceconsejería de Lucha contra el Cambio Climático. Dirección General de Lucha contra el Cambio Climático y Medio Ambiente. Gobierno de Canarias. 803-807.
No se han definidos estados de protección para esta especie.