Comunidades halonitrófilas que se desarrollan en ámbitos litorales, donde la materia orgánica procede principalmente de restos de algas y fanerógamas marinas, fruto de arribazones y material a la deriva. Entre la plantas, generalmente anuales pioneras cabe destacar Cakile maritima, una crucífera habitual en estos ambientes, así como algunas especies perennes como Polygonum maritimum y Polygonum balansae. Estos ambientes ricos en materia orgánica son el soporte y en los que encuentran alimento algunos invertebrados, como anfípodos o isópodos, que a su vez son comidos por aves limícolas, como los chorlitejos (Charadrius sp.).
En Canarias estos hábitats se encuentran asociados a ambientes dunares, como en el caso de Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y, puntualmente, en Tenerife, pero en otros casos puede observarse en algunas playas mixtas de callaos y arena. En cualquier caso presenta una distribución de reducida superficie.