Comunidades haloresistentes presentes en las costas escarpadas de los archipiélagos macaronésicos, integradas por especies vegetales que soportan bien la salinidad, tanto en el protosuelo como la aportada por salpicaduras de las olas o el aerosol marino (maresía), y se desarrollan sobre sustratos rocosos de origen volcánico. Las comunidades de las costas expuestas al nordeste se caracterizan por la presencia del perejil de mar (Crithmum maritimum), sin embargo en el resto de las costas las comunidades soportan un régimen de aridez mayor, al que responden con una mayor halorresistencia, siendo característica la presencia de Astydamia latifolia y de Zygophyllum fontanesii. El hábitat queda bien definido en Canarias desde un punto de vista fitosociológico si se considera integrado por las asociaciones Frankenio ericifoliae-Astydamietum latifoliae y Frankenio ericifoliae-Zygophylletum fontanesii. Buena parte de los ambientes incluidos en este hábitat representan áreas de refugio o descanso, e incluso nidificación, de aves marinas, como la pardela cenicienta (Calonectris diomedea) o petreles (Bulweria bulwerii) y paíños (Hydrobates pelagicus, Oceanodroma castro). También es de resaltar la presencia de lagartos del género Gallotia.
En el caso de Canarias se encuentran presentes en todas las islas.