Se caracteriza por la movilidad del sustrato, por un relieve escasamente ondulado y por la presencia de pendientes suaves, en la playa seca o en la trasplaya, con influencia de la maresía, donde la formación de dunas no llega a ser posible ante el dinamismo del medio (arena y viento) y la casi inexistencia de vegetación con porte y especialización que permitan la fijación de la arena. Ausencia de agua dulce e inundación esporádica por agua marina (en caso de temporales). Las comunidades formadas por plantas de escaso porte, como la lechetrezna de playa (Euphorbia paralias), la juncia marina (Cyperus capitatus), el saladillo blanco (Polycarpaea nivea) y corazoncillos del género Lotus, caracterizan la vegetación de este tipo de condiciones. A las comunidades vegetales se encuentran asociados algunos artrópodos arenícolas, en algunos casos endémicos, y el hábitat constituye un entorno que, cuando la ausencia de los humanos lo permite, es utilizado como área de descanso de aves litorales. Las comunidades y los elementos geomorfológicos (rizaduras, pequeñas dunas, etc.) son muy sensibles a un pisoteo reiterado, ya sea directamente por individuos o por vehículos, o a una limpieza mecánica de la playa.
En Canarias se encuentra distribuido en las islas orientales, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote, aunque de manera muy testimonial se localiza también en Tenerife (Montaña Roja).