Los pinares canarios constituyen un hábitat exclusivo del archipiélago canario que alberga cierta complejidad, lo que se manifiesta en el reconocimiento de varios subtipos, si bien todos se caracterizan por un dominio del pino canario (Pinus canariensis) en el estrato arbóreo. Se presenta tal variedad de situaciones ante la dualidad del pino canario, que se comporta tanto como especie que caracteriza una formación climatófila, como una especie primocolonizadora que ocupa territorios geológicamente jóvenes, especialmente de carácter sálico.
Comprende los pinares típicos, los pinares de cotas bajas de sotavento, los pinares húmedos de barlovento, los pinares de cumbre y los pinares de cumbre con cedro, así como las comunidades en las que los pinares comparten territorio con martorrales como jaras, escobones y codesos.
En los pinares típicos, a excepción de los pinares de El Hierro que son más pobres, el escobón (Chamaecytisus proliferus) caracteriza el sotobosque, así como la jara rosada (Cistus symphytifolius). El ambiente es marcadamente seco, en especial en sotavento, aunque sucede muy parecido en barlovento, ya que se sitúa sobre la capa de inversión térmica.
Los pinares de cotas bajas de sotavento albergan un matorral definido por la presencia de jaras (Cistus monspeliensis) y presentan una densidad marcadamente menor, que termina dando paso a jarales, generalmente inducidas por un uso del territorio.
Los pinares húmedos de barlovento responden en cierta medida a esa afinidad por los terrenos jóvenes, en las que el pino canario se presenta como especie pionera y, con el tiempo, comparte con las especies más agresivas del monteverde (como el brezo, el acebiño y la faya).
En las cotas más elevadas de las islas, los pinares manifiestan una configuración florística ligeramente distinta, en la que, aún siendo el pino el que confiere fisionomía, el resto de especies se ven sustituidas paulatinamente por aquéllas que son más resistentes a temperaturas cada vez más bajas. En el caso de La Palma y Tenerife se produce localmente un enriquecimiento en cedros canarios (Juniperus cedrus). Debe recordarse que los pinares son parte del hábitat del pinzón común del Hierro (Fringilla coelebs ombriosa), y el hábitat principal de los pinzones azules (Fringilla teydea), de los picapinos (Dendrocopos major) y de las grajas (Pyrrhocorax pyrrhocorax). Por tanto, los pinares canarios son elemento fundamental en la conservación de estas aves del anexo I de la directiva de aves.